Corrupción en América Latina - Panorama regional que empeora con la pandemia
Corrupción: Un marcador emergente de desarrollo.
Uno de los mayores problemas que puede tener una nación es la corrupción, su presencia e impacto en las naciones latinoamericanas ha traído ilegitimidad a los gobiernos y descontento en la población debido al deterioro en la calidad de vida de las personas.

Transparency International publicó en el 2019 un reporte que ofrece una vista al grado relativo de corrupción en países y territorios a nivel mundial. 180 países fueron evaluados por expertos mediante 13 encuestas, dando a cada país una puntuación que va desde el cero (altamente corrupto) al cien (libre de corrupción). En este reporte se puede evidenciar el estancamiento general de las naciones en la lucha mundial contra la corrupción. Con el mejor puntaje en el conteo, Finlandia fue nombrado, por segundo año consecutivo, "el país más feliz del mundo".
¿Qué sucede en América Latina y el Caribe?
Venezuela se encuentra entre los más bajos puntajes en el reporte de la corrupción con 16 puntos, figurando en el “top cinco” de los países con los peores puntajes a nivel mundial, superado solo por Yemen, Siria, Sudán del Sur y Somalia.
Venezuela está atravesando una crisis multinivel sin precedentes, con el peor índice inflacionario del mundo y todos los servicios básicos en situación deplorable.
Esto es un reflejo de la percepción de la población con respecto a su calidad de vida. Las políticas socioeconómicas fallidas y niveles de corrupción tan elevados que incluso se han arraigado en la vida cotidiana, han hecho que Venezuela esté inmersa en un ambiente de empobrecimiento, deterioro social, económico y emocional, afectando el bienestar de todos los venezolanos.
Otros países como Nicaragua, Guatemala, Honduras, Paraguay, República Dominicana, México, Bolivia, El Salvador, Brasil, Perú, Panamá, Colombia, Ecuador, Argentina y Cuba, en este mismo orden y con puntajes desde el menor hasta el mayor, encabezan la lista regional. Todos presentan puntuaciones por debajo de 50 puntos. Esto representa un gran estancamiento en la política y en la economía regional, reflejando la ineficacia de las medidas anticorrupción hasta el momento.
Con puntuaciones por encima de 50 puntos, se encuentran Uruguay, Chile y Costa Rica, lo cual los posiciona entre los mejores de la región.

Otro informe de la misma institución fue publicado en el 2019, el Barómetro Global de la Corrupción para América Latina y el Caribe, donde expertos analizaron los aspectos más importantes que componen la esfera de la corrupción a nivel regional. Entre enero y marzo de 2019, 17000 personas de 18 países de la región fueron encuestadas, más de la mitad opinó que la corrupción ha empeorado en su país y que el gobierno está haciendo un mal trabajo en la lucha contra este fenómeno.
En el reporte, se evidencian como factores importantes de corrupción el pago de sobornos, la extorsión sexual, la compra de votos y las represalias ante las denuncias de corrupción.
En general, más de 1 persona de cada 5 pagó un soborno para acceder a los servicios públicos. En toda la región, la policía fue la institución mayormente asociada con el mayor índice de sobornos (24%), seguido por los servicios de electricidad y agua (19%), instituciones que emiten documentos de identidad (15%), educación (12%), tribunales (11%) y servicios de salud (10%).
Las mujeres son más propensas a pagar sobornos a cambio de servicios de salud y educación; igualmente, las mujeres de menor poder adquisitivo son más proclives a pagar por los servicios judiciales que las de mejor condición económica.
En los 18 países encuestados, 1 de cada 5 personas ha sido víctima de extorsión sexual al intentar acceder a un servicio público, o conoce a alguna persona que ha tenido una experiencia de este tipo.
Un dato alarmante es que a 1 de cada 4 personas se le ofreció un soborno a cambio de su voto en elecciones nacionales, regionales o locales. El 65 % de los encuestados sostiene que su gobierno está siendo administrado por intereses privados y que se deja guiar por estos.
Las instituciones más corruptas, según el reporte, son el despacho presidencial/primer ministro (53%), el parlamento (52%), empleados públicos (49%), empleados de oficinas públicas locales (45%), la policía (45%), jueces y magistrados (42%).
El 85% de las personas opinó que la corrupción representa un problema grave en el gobierno, no es casualidad que las instituciones con mayores porcentajes de corrupción sean precisamente las que pertenecen a los gobiernos.
Venezuela (50%), México (34%) y Perú (30%) tienen los peores índices de soborno (porcentaje de usuarios que pagaron sobornos a cambio de servicios públicos), mientras que Costa Rica (7%), Barbados (9%) y Brasil (11%) tienen los mejores índices.
El 85% de los ciudadanos en Venezuela creen que la corrupción está empeorando. Esta es la cifra más elevada de la región. El país presenta el índice general de soborno más alto (50%) y su fuerza policial está asociada con la cifra más alta de sobornos (62%) en toda la región.
En cambio, Costa Rica tiene uno de los índices de soborno más bajos de América Latina (7%), la policía también mostró estar asociada a un bajo índice de sobornos (5%). No resulta sorprendente que el 84% de los costarricenses crean que las personas comunes pueden marcar una diferencia en la lucha contra la corrupción.
En toda la región, 3 de cada 4 personas sostienen que denunciar un caso de corrupción conlleva a un riesgo de represalias.
El 77% de las personas piensa que puede marcar una gran diferencia en la lucha contra la corrupción.
La felicidad también es un marcador emergente del desarrollo de las naciones.
El Informe Mundial de la Felicidad es una publicación anual de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, contiene artículos y clasificaciones de felicidad nacional basados en las calificaciones de los encuestados; se les pide que califiquen diversos aspectos de sus propias vidas en una escala del 0 al 10. El informe correlaciona los resultados con varios factores de la vida.
Recientemente, la felicidad se ha utilizado como un indicador del progreso nacional, en lugar de depender solo del producto interno bruto (PIB).
Si echamos un vistazo a los países latinoamericanos, Costa Rica aparece primero en el ranking en el puesto #12, México ocupa el puesto #22, seguido de Chile (#24) y Guatemala (#25), luego Panamá (#29), Brasil (#30) Uruguay (#31) y El Salvador (#33), Colombia (#41), Nicaragua (#43), Argentina (#44), Ecuador (#46), Bolivia (#56), Paraguay (#58), Perú (#59), República Dominicana (#70) y finalmente Venezuela apareciendo en el puesto más bajo de la región en el puesto #100.
No es casualidad que países como Venezuela tengan altos índices de corrupción y bajos índices de felicidad, según ambos reportes mundiales. Tampoco el hecho de que Costa Rica haya obtenido el mejor puntaje de felicidad y los menores índices de corrupción de la región.
Ambos marcadores son inversamente proporcionales y sirven de medida para evaluar el desarrollo de una nación, así como el bienestar de su población.
Seguramente, las personas serían más felices si los servicios básicos estuvieran disponibles sin la necesidad de pagar sobornos.
Y, en tiempos de pandemia, ¿qué ocurrirá con la corrupción en América Latina?
Lamentablemente, la actual pandemia es un escenario ideal para que se profundice el problema de la corrupción, ya que se están dejando a un lado los compromisos de las naciones para luchar contra problemas anteriores para concentrar todos los esfuerzos en la batalla contra el Covid-19.
Igualmente, la situación se presta para que los gobiernos realicen desvío de recursos, malversación de fondos y contrataciones bajo condiciones sospechosas, todo bajo la excusa de “atender la emergencia”.
La adquisición de suministros y equipos médicos, la escasez y la subsecuente especulación de precios en los mercados, son terreno fértil para la proliferación de la corrupción durante la pandemia. La falta de transparencia durante las transacciones y al momento de reportar la situación real de una nación, son escenarios que propician la desconfianza y permiten que el problema de la corrupción se profundice.
El grave problema de la corrupción ha dejado a muchas naciones desprovistas de recursos necesarios para afrontar la actual crisis. Las consecuencias económicas producto de las estrictas medidas de distanciamiento social impuestas por los gobiernos, podrían ser económicamente devastadoras bajo estas circunstancias.
Ahora más que nunca, los líderes deben combatir la corrupción y fortalecer la democracia.

Las naciones deben reafirmar su compromiso en la lucha contra la corrupción.
El reporte propone algunas medidas para fortalecer la lucha contra el flagelo de la corrupción:
- Integridad electoral. Asegurar la transparencia de procesos electorales aplicar sanciones correspondientes.
- Financiamiento de la política. Regular el financiamiento de procesos políticos.
- Servicios públicos. Mejorar su eficiencia y garantizar el acceso a toda la población.
- Tribunales. Personal judicial no vinculado a intereses políticos.
- Denuncia. Empoderar a los denunciantes.
- Sextorsión. Reconocer su existencia y abordar los casos adecuadamente.
- Compromisos. Implementar e informar los avances conseguidos con respecto al Compromiso de Lima adoptado en el marco de la VIII Cumbre de las Américas.
¿Cómo podemos hacer la diferencia?
Si cada uno de nosotros se niega a pagar sobornos por los servicios básicos de nuestro país, estaríamos dejando de financiar la perpetuación de la corrupción. Con esta simple acción se puede marcar una gran diferencia.
También es necesario dejar de apoyar a políticos corruptos en cargos públicos, una mejor solución sería no aceptar sobornos a cambio del voto y apoyar a candidatos con mejores trayectoria y reputación.Nosotros, como ciudadanos de una nación, podemos ayudar a combatir la corrupción. Si nos negamos a continuar siendo parte del ciclo de la corrupción, estaríamos rompiendo un círculo vicioso. Si cada uno de nosotros toma conciencia y se niega a formar parte de él, sencillamente estaríamos dejando de apoyar o financiar a la esfera corrupta.
Con estas simples acciones, estaríamos contribuyendo al bienestar de nuestra nación.
Referencias:
1- Corruption Perceptions Index 2019.
2- ¿Qué Piensan las Personas?: Corrupción en América Latina y El Caribe.
3- ¿Cómo percibimos la corrupción en América Latina? Entrevista a Alejandro Salas.
4- Crisis global. Advierten que podría aumentar la corrupción en Latinoamérica por la pandemia del coronavirus.
Autor: Sasha J. Antunez